Las autoridades de Bogotá se tomaron el barrio María Paz, ubicado en la localidad de Kennedy e identificado como uno de los más peligrosos debido a problemáticas como el microtráfico, los homicidios selectivos y las extorsiones.
Los operativos iniciaron dentro de los inquilinatos para verificar si en las viviendas había armas o estupefacientes.
Posteriormente, la operación a la denominada olla de Kennedy se trasladó a las calles y allí se dieron los primeros hallazgos.
En la zona del terror de María Paz hallaron que los delincuentes usan los contadores de servicios públicos como camuflaje para la droga.
Las carretas de los recicladores también fueron inspeccionadas y, con la ayuda de perros antinarcóticos, encontraron en algunas drogas como marihuana y bazuco.
En una bodega, hallaron vehículos con irregularidades, como motos con placas alteradas. Allí hubo una captura.
En medio de la intervención a María Paz también alzaron su voz los recicladores. Afirmaron que no todos hacen parte de las redes criminales que tienen aterrorizada a la zona.
“Nosotros no somos delincuentes, aquí no estamos matando a nadie, usted puede entrar aquí y aquí está prohibido robar”, señaló Nubia Sierra, una mujer que vive de los desechos aprovechables.
Jenny Avendaño, también recicladora, calificó de “interesante” y “chévere” el operativo, pero pidió que lo hagan “donde verdaderamente está la problemática”.