Una fuerte explosión sacudió el corazón de Suárez, Cauca, despertando a sus habitantes en medio del miedo y la confusión.

Un carro bomba, al parecer cargado con explosivos de alto poder, fue detonado en la calle que comunica la iglesia con el parque principal, justo frente a la estación de Policía. En segundos, el fuego envolvió el vehículo y alcanzó varias viviendas cercanas, mientras las ventanas estallaban y el humo cubría el casco urbano.

“Pensamos que se acababa el mundo”, relató una vecina que vio cómo las llamas iluminaban las fachadas. Otros habitantes contaron que, tras la explosión, se escucharon ráfagas y nuevas detonaciones que mantuvieron el terror durante varios minutos.

El atentado dejó a la comunidad sumida en el pánico. Familias enteras salieron de sus casas buscando refugio, algunas con niños en brazos, temiendo una nueva explosión. El silencio que siguió fue apenas interrumpido por los gritos de auxilio y el sonido de las sirenas.

Hasta el momento, las autoridades no han confirmado el número de heridos ni los daños materiales, pero la población exige que se respete la vida de los civiles y se detenga la violencia que vuelve a golpear al norte del Cauca.

“Esto es de miedo total —dijo un habitante—. No queremos más guerra, queremos vivir tranquilos.”

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