Según lo que relató la mujer agredida en Bosa, luego de ocho meses de relación con su pareja sentimental decidió ponerle fin al romance, pero a la suegra poco y nada le gustó la decisión y la emprendió contra la joven.
Una joven, residente de Bosa, fue brutalmente agredida cuando se encontraba en vía pública, al parecer, como represalia por parte de la familia de su expareja, luego de que ella tomara la decisión de dar por terminada una relación que duró cerca de ocho meses. La agresora resultó ser la madre de su expareja, es decir la mujer que otrora era su suegra y con quien sostenía una relación cordial y respetuosa.
“Las amenazas empezaron desde hace meses”
Cuenta Juliana que la relación que la llevó a terminar involucrada en semejante enredo empezó hace 8 meses. “Cuando empezamos pues todo estaba bien, nadie se muestra realmente como es desde el principio. Luego, con el tiempo, empezaron los malos tratos. Él, sobre todo, me trataba mal, ejercía mucha violencia sicológica y económica hacia mí.
Me controlaba con quién hablaba, con quién chateaba, con quién me veía, etcétera. Y claro, también me agredió físicamente varias veces”, nos contó la joven de 24 años, quien ahora teme por su vida luego del brutal ataque a puñal que sufrió.
El 5 de abril, tras una fuerte discusión, Juliana decidió dar por terminada la relación. “Yo terminé con él empezando abril; sin embargo, tiempo después lo busqué e intenté acercarme, pero eso terminó peor de como venía y luego de un agarrón que tuvimos, le puse punto final y ahí empezaron las amenazas”.
A los pocos días de terminar la relación, cuenta ella, su expareja y exsuegra empezaron a decirle que la iban a matar y que si no la mataban a ella, iban a matar a alguien a quien quisiera mucho.
La amedrentaban por teléfono y redes sociales. Se las arreglaban para encontrar cualquier manera para comunicarse con ella y recordarle que la estaba buscando para hacerle daño.
“Cuando eso pasó puse todo en conocimiento de la comisaría de familia, pero no pude completar el proceso porque yo estudio y no me quedaba tiempo. Pues bien, días después, a las 9:50 a. m. del 6 de mayo, en una zona comercial de Bosa Piamonte la mamá de mi expareja, con quien se suponía que tenía una buena relación, me pegó 6 puñaladas. Yo ese día la vi antes de que todo pasara, pero no le paré bolas; luego, cuando estaba parqueando mi bici, ella me llegó por la espalda y me empezó agredir”, nos relató Juliana, quien 15 días después sigue en recuperación.

El diagnóstico habla por sí mismo: una puñalada en el cuello, que alcanzó a perforarle la laringe, y otras 5 heridas en varias partes de la cabeza. “Si la puñalada del cuello hubiese llegado un poquito más hondo, me mata”.
En el momento del ataque, una moto de la Policía iba pasando por la zona: “los testigos y mis amigos se le fueron encima a la Policía. Les dijeron que la señora que ellos habían atrapado para evitar que se escapara, me acababa de apuñalar. Y ya. Eso fue todo lo que pasó, ellos se fueron y no pasó absolutamente nada. La negligencia y la falta de humanidad fue más que evidente. Simplemente les valió 5 que casi me matan”.