El médico que operó al papa aseguró que fue una intervención “benigna”, que se decidió apenas el martes y no le provocará secuelas. Sus audiencias se suspendieron hasta el 18 junio “por precaución”.

«La operación, concertada en los últimos días por el equipo médico que asiste al Santo Padre, se hizo necesaria debido a una eventración incarcerada que le está provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran”, explicó en un comunicado el director del servicio de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.

Las audiencias del papa argentino fueron suspendidas hasta el 18 junio “por precaución”, según el servicio de prensa de la Santa Sede, pues la intervención requerirá “varios días” de hospitalización.

Después de dirigir como cada semana la audiencia general en la plaza de San Pedro del Vaticano, y saludar a los fieles a bordo del “papamóvil”, el pontífice fue llevado bajo escolta policial al hospital Gemelli, en el noroeste de la capital italiana.

Tras la intervención, retomará el ejercicio de su ministerio, “aunque sea desde una cama de hospital”, señaló a la prensa el número 2 de la Santa Sede, el cardenal Petro Parolin. “Los casos urgentes, se le llevarán al hospital”, precisó.

“El papa está alerta y consciente y agradece los numerosos mensajes de proximidad y de ruego que le han llegado”, declaró Alfieri, que ya operó al sumo pontífice en 2021. Francisco “reaccionó bien tanto a la operación como a la anestesia” y “bromeó conmigo”, añadió.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *