En el Colegio Costa Rica (IED) de la localidad de Fontibón, en Bogotá, se vio envuelto en un incidente alarmante el pasado 19 de julio, después de que una profesora provisional denunciara públicamente que fue víctima de una agresión física por parte de una estudiante de undécimo grado tras solicitarle que guardara su celular o abandonara el salón de clase.
Los hechos, que se divulgaron a través de TikTok, generaron conmoción en la comunidad educativa y en la opinión pública.
De acuerdo con el relato de la docente en Bogotá, la situación se desencadenó cuando la estudiante se negó a obedecer las indicaciones de guardar su celular y continuó interrumpiendo de manera agresiva el desarrollo de la clase.
Sin embargo, la profesora, buscando restablecer el orden en el aula, decidió tomar el dispositivo móvil, lo que provocó una reacción violenta por parte de la alumna, pues la joven la empujó en repetidas ocasiones y la acorraló, generando momentos de tensión e impotencia para la docente.
La gravedad del incidente llevó a que la profesora solicitara la ayuda de los demás estudiantes para registrar la situación mediante grabaciones. Sin embargo, sorprendentemente, nadie respondió a su petición. A pesar de ello, la docente intentó retomar la clase, pero la estudiante agresora persistió en su actitud hostil, amenazando con acusarla falsamente de robar su celular.
La situación se agravó aún más cuando la estudiante cerró la puerta del aula, impidiendo que la profesora pudiera salir. En medio del caos y la confusión, la docente fue víctima de un violento golpe con los puños, causándole un doloroso hematoma en el ojo izquierdo. A pesar de intentar abandonar el aula con sus pertenencias, la agresora continuó bloqueando el paso de la profesora.
“Veo que otras estudiantes me dicen que tengo que devolverle el celular porque ella tiene razón. Después de ella ya me ha agredido, yo tomo mis cosas, mi bolso, y les digo que me voy. Cuando me voy a ir la estudiante me agarra en la puerta, no me deja salir y en ese momento me agrede con un puño muy fuerte, con anillos, en la cara”, aseguró la docente de Bogotá