En un mundo donde la sostenibilidad y la conciencia ambiental son cada vez más cruciales, surge una innovadora iniciativa que combina el deporte con la educación ambiental: Polyasket. Este nuevo enfoque, desarrollado por el semillero SIDISPLAST de la Universidad ECCI, está diseñado para enseñar a los niños y jóvenes sobre la correcta clasificación y reutilización de residuos plásticos, todo mientras participan en un juego competitivo y entretenido. El próximo jueves 22 de agosto, este esfuerzo educativo y ambiental alcanzará un nuevo hito cuando se realice el primer partido piloto entre los colegios Guillermo Cano Isaza y Ofelia Uribe de Acosta, un evento que promete marcar un antes y un después en la forma en que se percibe la educación ambiental en las instituciones educativas de Colombia.
¿Qué es Polyasket?
Polyasket es una metodología que convierte el tradicional juego de baloncesto en una actividad de aprendizaje sobre la gestión de residuos plásticos. La esencia del juego radica en que los participantes, además de intentar encestar la pelota en la canasta, deben clasificar correctamente residuos plásticos post-consumo como parte integral de la competencia. Este innovador formato de juego fue diseñado no solo para entretener, sino también para educar sobre la importancia de una adecuada disposición final de los plásticos y cómo estos pueden ser reaprovechados para disminuir su impacto ambiental.
La dinámica del juego es sencilla pero efectiva. En lugar de simplemente sumar puntos por encestar, los jugadores tienen la oportunidad de ganar puntos adicionales al clasificar correctamente los residuos plásticos que se encuentran en una canasta central. Por ejemplo, cuando un jugador encesta y anota dos puntos, puede tomar un residuo plástico de la canasta central y, si lo clasifica correctamente en una de las canastas designadas, su equipo obtiene un punto adicional. Si encesta desde fuera del área, lo que normalmente otorgaría tres puntos, tiene la posibilidad de clasificar dos residuos, sumando hasta seis puntos adicionales si acierta en ambas clasificaciones.
Reconocimiento del Ministerio de Ambiente
El impacto y la relevancia de Polyasket han sido tales que el Ministerio de Ambiente, en el marco de los preparativos de la COP16, ha reconocido esta metodología como una estrategia eficaz para la difusión del conocimiento sobre la preservación del medio ambiente y la biodiversidad. Este reconocimiento no solo valida el esfuerzo del equipo de la Universidad ECCI, sino que también abre la puerta para que esta metodología sea implementada en más instituciones educativas a nivel nacional.
El primer partido piloto, que se llevará a cabo el 22 de agosto, es una prueba tangible del potencial de Polyasket para cambiar la manera en que se enseña y se aprende sobre la gestión de residuos. Los colegios Guillermo Cano Isaza y Ofelia Uribe de Acosta serán los primeros en competir bajo este formato, poniendo a prueba no solo sus habilidades deportivas, sino también su conocimiento sobre la correcta clasificación de residuos plásticos.
Un Impacto Duradero
El objetivo a largo plazo de Polyasket es mucho más que la simple organización de partidos. La visión es crear una generación de jóvenes conscientes y educados en temas ambientales, que comprendan la importancia de la correcta gestión de los residuos plásticos y su impacto en el planeta. Con el tiempo, se espera que los estudiantes que participen en Polyasket lleven estos conocimientos a sus hogares y comunidades, fomentando prácticas sostenibles que beneficien a toda la sociedad.
Además, la implementación de esta metodología también busca inspirar a otras instituciones educativas y organizaciones a adoptar enfoques similares para la educación ambiental. La combinación de actividad física con aprendizaje práctico ha demostrado ser una herramienta poderosa para captar la atención y el interés de los estudiantes, y Polyasket es un claro ejemplo de cómo se puede innovar en la educación para abordar los desafíos ambientales del siglo XXI.
El Futuro del Polyasket
El partido del 22 de agosto es solo el comienzo. A medida que Polyasket gane popularidad, se planea expandir su alcance a más colegios y comunidades, no solo en Colombia, sino en otros países que enfrentan problemas similares de gestión de residuos. La esperanza es que, con el tiempo, Polyasket se convierta en un pilar fundamental de la educación ambiental, empoderando a las futuras generaciones a ser agentes de cambio en la lucha contra la contaminación plástica.
En conclusión, el partido piloto entre los colegios Guillermo Cano Isaza y Ofelia Uribe de Acosta representa un paso significativo hacia la integración de la educación ambiental en las actividades escolares diarias. Polyasket no es solo un juego; es una herramienta educativa que tiene el potencial de transformar la forma en que los jóvenes entienden y manejan los residuos plásticos, creando un impacto positivo que perdurará en el tiempo.