Un nuevo acto sicarial se presentó con francotirador el cual conmocionó a la ciudad de Bogotá y encendió las alarmas en la zona esmeraldera de Boyacá.
Jesús Hernando Sánchez Sierra, reconocido empresario y heredero del fallecido Víctor Carranza Niño, conocido como el “zar de las esmeraldas”, fue acribillado sobre 3:40 del pasado domingo 6 de abril en un exclusivo conjunto residencial al norte de la capital colombiana.
De acuerdo con el reporte oficial, el ataque fue perpetrado por un francotirador, lo que causó inquietud debido a que este es el segundo caso con este modus operandi en menos de un año en la misma zona.
En el documento se detalla que la víctima, de 62 años, era un reconocido comerciante de esmeraldas y que había enfrentado procesos judiciales relacionados con falsedad en documento privado, narcotráfico y la comercialización de estas piedras preciosas.
El asesinato de Sánchez Sierra captó la atención de las autoridades locales e internacionales. Agentes de la DEA (Administración de Control de Drogas de Estados Unidos) comenzaron a indagar sobre el caso, especialmente por el uso de un francotirador, un método que consideran inusual y que ya había sido empleado en el asesinato de “Pedro Pechuga”.
La participación de la DEA podría estar relacionada con los antecedentes judiciales de Sánchez, que había enfrentado investigaciones por presuntos vínculos con el narcotráfico.
Además, las autoridades colombianas anunciaron un operativo en Bogotá y en la zona esmeraldífera de Boyacá con el objetivo de identificar a los responsables del crimen y prevenir una posible escalada de violencia en el sector esmeraldero.
De acuerdo con el anuncio de las autoridades, este hecho podría desatar tensiones entre las familias y los grupos que controlan el comercio de esmeraldas, un negocio históricamente marcado por disputas y enfrentamientos.
